Monday, June 23, 2008

Valle de Napa... y empiezan las despedidas

Del 16 al 22 de junio

El lunes ya Justo había cogido de nuevo el gusto a esto del deporte y a la bici; eso de coger Bryant St. para ir al curro, le hacía el viaje mucho más grato (sobre todo porque así la bici no le daba tantos problemas), así que se fue al curro en ella.

Este día recibimos dos noticias, una buena y otra mala. La mala era por parte de Nuria y Santi, llevaban tiempo pendientes de una nueva aventura, pero finalmente no puede llevarse a cabo. Chicos, lo sentimos :-(, pero no os preocupéis, todo llega y vosotros os lo estáis currando; si no es ahora, será el año que viene, o al siguiente, llegará seguro. Os lo merecéis. Pensad, por ahora en lo que mantenéis al no tener la aventura.

Por otro lado, la buena venía de manos de Oscar, recibiendo una primicia. Oscar había actuado frente al público haciendo claqué y nos había enviado a unos cuantos las imágenes del momento. La verdad es que lo disfruta un montón y se nota. ¡¡¡Nos dejó flipados!!!

He de reconocer que por fin parece que el oído se me va abriendo y voy entendiendo un poco mejor el inglés. La verdad es que para no haberme dedicado a él al 100% me alucina simplemente que haya mejorado. Pero siendo yo, veía que me volvía a casa con el lápiz dentro de la oreja... Esta semana he empezado a ver una serie antigua, haciendo uso de Netflix (por internet). La serie es "Kate & Allie". De pequeña ví algún episodio y me parecía entrenida. He empezado desde la primera temporada y voy casi por la mitad de la 2ª. Tiene su mérito, porque no tiene subtítulos,... Vale quizás estas dos hablan bastante clarito y despacio, pero me sube la moral, porque pensaba que esto del inglés era imposible para mí.

Pero no todo es tan maravilloso, el cambio, aunque lo he notado de repente, no ha sido a gran escala. El viernes estuvimos viéndo varios capítulos de la primera temporada de "Studio 60" (la serie nueva de Chandler, el de Friends), en inglés y con subtítulos en español, y a menuda caña habla la peña!!!!! Es muy complicado seguir su ritmo (según Justo también), hablan muuuuyyy rápido, yo creo que no podría pillar ese ritmo nunca. Pero bueno, al menos ya me puedo volver pensando que algo he aprendido de inglés aquí en este año y medio,... no me iba muy convencida de ello.


Y el martes, cumples: mi hermano, Juan, la madre de Juan,... vaya diíta :-) ¡¡Felicidades a todos!! :-)))
Mi semana fue importante porque POR FIN, terminé los audios del seminario de Sanet. Me ha costado, pero por fin los he terminado, ya me puedo poner a estudiar otras cosas :-))))

Por otro lado, esta semana también saqué algo de tiempo para empezar a escanear toooodos los recuerdos: folletos, tickets, planos, entradas,... que durante este año y medio hemos ido recopilando de nuestras escapadas por aquí. Es increible ver a toro pasado, todo lo que hemos hecho y visitado, y por supuesto, la cantidad de información y recuerdos que hemos ido guardando. Nos iremos con bastantes gigabytes entre fotos y recuerdos escaneados. Menos mal que eso no pesa. Esa era la idea, sólo con los recuerdos (la "cajita" que los contenía), pesaban más de 5 kg, y eso, con la limitación de peso en el avión, es oro.


El miercoles, esta vez Justo había decidido que no iba a llevarse el coche a San Francisco para ir al curso, no estaba dispuesto a chuparse otro atasco. Y menos mal que lo hizo así, porque cuando llegó a la zona donde solía aparcar, estaba en obras... se habría tenido que comer el coche!!!

Así que pensamos que la mejor opción era que él se fuera en tren (Caltrain) desde Palo Alto hasta San Francisco, y después volviera hasta Milbrain en tren BART (hasta casa llegaría muy tarde ya que tendría que esperar un Caltrain) y yo le iría a recoger allí en coche. Con todo lo que eso conllevaba: conducir yo sola, de noche, con mi miopía, y por autopista, además la 101, que esos ánimos que me daba Justo, diciéndome que a esas horas no habría trafico... ni hablar!! Pero finalmente llegué a Milbrae, aunque con las piernas temblándome... superé la prueba ;-) Después conducir de día, ya no supondría ningún esfuerzo ¡Qué chungos que son los pasitos en cualquier aprendizaje!...


El jueves no nos molaba la peli que ofrecían en el cine de Stanford, yo no me encontraba muy bien, y Justo tenía que trabajar por un "marroncillo" de última hora, así que cuando llegó Justo del curro, nos fuimos a nuestro Starbuks a tomar algo fresquito, que parecía que el calor no quería irse de la bahía. Y allí sorprendimos a nuestro amigo chinito, porque él iba dispuesto a hacernos nuestros chais de siempre hasta que le paró Justo. El chico se quedó bastante sorprendido y hubo comentarios por parte del resto de la plantilla que ese día estaban en ese turno, curiosamente los que más nos conocen, o más se han quedado con nuestra pasión por el chai y con el nombre de Justo, aunque el chinito realmente nos llama siempre el "Equipo Chai" :-)))
Pues bien, lo que pedimos fue un Frapuchino de vainilla, pero el chinito sorprendido, nos preguntó si habíamos probado antes el chai helado y le dijimos que no, y él nos ofreció uno en tamaño "tall" (para los que no frecuentáis este establecimiento en España, es el tamaño pequeño). La verdad es que no estábamos muy convencidos de que aquello estuviera bueno (frío), pero sí, lo estaba :-P Os lo recomendamos con el calorcito de Madrid, que sabemos que empieza a azuzaros.


El viernes, después del curro, fui a buscar a Justo y nos fuimos en coche a Redwood City, el pueblo que esta más al norte que Palo Alto, donde había un Babies'r'us y a un Toys'r'us. Este finde haciamos por fin, una visita a los californianos amigos de Justo, Phil y Adeline, para conocer a su canijo de 6 mesecillos, Kaiden, y supuestamente para despedirnos de ellos, pero creo que aún nos veremos de nuevo en alguna otra ocasión antes de irnos, aprovechando que los padres de él viven en San José (al sur de Mountain View). La idea era comprarle algo al peque, pero rompiendo con mis principios de regalar siempre algo educativo o de desarrolllo (estos establecimientos no ofrecen mucho al respecto), optamos por un enorme oso, dado que su casa es gigante, y porque posiblemente no tendríamos opciones de hacer un regalo así más.


El sábado por la mañana, salimos temprano para pasar primero por Enterprise a recoger el coche que habíamos reservado la tarde anterior por internet. El calor húmedo que hacía era insoportable, por lo menos para nosotros que estamos acostumbrados a un calor más seco; y los 35-38 ºC de aquí, son como los 42 ó más de Madrid. Así que como nuestro cochecito no tiene aire acondicionado, y el viaje se podía hacer muy pesado, optamos por alquilar un coche, que tampoco salía tan caro.

Así que para Folsom que nos fuimos con Jackie bien sujeto ;-)

La idea ese día era hacer una barbacoa en casa de Phil y Adeline para estrenarla, pero el calor nos impidió difrutarla al aire libre, así que era Phil, pobre de él, el que entraba y salía para poner la carne, el maiz y las patatas en la barabacoa. La verdad es que todo estaba BUENÍSIMO (especialmente el Bulgogi... muy muy bueno!). No era la típica barbacoa americana, sino coreana. La carne estaba riquísima.

Y con mi nueva habilidad adquirida de entender mejor el inglés, hizo que disfrutara más la velada, y yo creo que por otra parte, ellos también, la conversación podía ser fluida, sin necesidad de interrupciones para que Justo me tradujera lo que no yo llegase a entender :-)))




Kaiden, el niño, con apenas 5 meses y medio, era buenísimo. Cuando llegamos estaba dormidito y al poco se despertó, y nos dejó comer relativamente bien. Hacía pequeñas siestas cada poco, pero luego por la noche es capaz de estar 9 horas seguidas durmiendo, ¡¡qué maravilla!!

Podía pasar de unas manos a otras y no lloraba, no extrañaba a nadie.
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Por la tarde, antes de la hora de dormir de Kaiden, salimos a cenar a un restaurante italiano que conocían ellos en plan muy casero con la comida muy suave, no picaba nada de nada, y la salsa de la pasta era muy suavecita :-PPPP

Como decía, no parece que sea la despedida, pues nos dijeron que muy seguramente nos veríamos antes de nuestro viaje, cuando fuesen a ver a sus padres a San José. ¡Esperamos que vean nuestra casita de Mountain View antes de que vendamos los muebles!

Una vez nos despedimos de ellos, nos fuimos hacia Napa, al Motel 6 que teníamos reservado. Este sí que era el hermano cutre de los que habíamos estado con anterioridad. Estaba limpio, y en la cama pudimos descansar, pero era lo más "minimalista" y sencillo que jamás hemos visto.




El domingo, ya que pasabamos por la zona de camino a casa, aprovechamos para ver el Valle de Napa (habíamos estado en el de Sonoma, el otro valle de viñedos, en Octubre del año pasado, pero Napa no lo conocíamos). Suponemos que los paisajes serían similares a la zona de la Rioja en España, pero allí ni siquiera hemos llegado a estar cerca, ¡¡delito tenemos!!

El paisaje era chulo y los pueblitos muy sencillos pero pintorescos. Desde lo que nosotros llegamos a visitar, no divisamos ninguno de los incendios que últimamente asolan California debido a las tormentas eléctricas.

Llegamos con dos alternativas, por un lado quedarnos a mitad de camino de la ruta del valle, entre Calistoga y Napa, en Santa Helena, y alquilar allí unas bicis; pero de esa manera, ni ibamos a llegar a Calistoga, ni a Napa en bici, pues las rutas que proponía la web eran otras.
La otra opción era si el día era caluroso, y eso de montar en la bici, una tarea ardua, con el cochecito y aprovechando su aire acondicionado, ir hasta Calistoga e ir bajando y parando en los pueblos. Phil y Adeline nos recomendaron dos sitios (The Culinary Institute Art of America y Sattui Winery) donde parar a comer en Santa Helena, pero estabamos aún demasiado llenos de la comida y la cena del día anterior, así que no nos entraba ni mucha ni poca comida.
El plan final realizado fue el último :-) Todos los pueblos tenían su encanto, en sus edificios aún permanecía el estilo rústico del oeste.



Calistoga, es muy conocido porque su clima, produce uno de los mejores vinos de EEUU, y por sus aguas termales, dándole la fama de ciudad balneario.



Santa Helena, la pasamos sin parar.

El siguiente destino era Napa. Nos sorprendió la ciudad, era más grande y moderna que las anteriores pero parecía que la habíamos pillado en la hora de la siesta; paramos en un centro comercial al aire libre para tomarnos un helado y no había prácticamente nadie...


Aquí os mostramos algunos de los edificios y vistas chulas de la ciudad:

Una iglesia Presbiteriana.

Os fijaréis que de repente tengo mucho protagonismo en las fotos, pues es porque Justo cogió el monopolio de la cámara de fotos ;-))
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La Ópera



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En la calle principal saliendo de la ciudad, la 1st St, pudimos ver muchas casas muy chulas de estilo victoriano como esta:

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Pero nuestro viaje no había acabado, de camino a casa, todavía podíamos hacer una última parada: Benicia (que no Venice, que está al sur, en L.A.)

En esta ciudad se respiraba tranquilidad, había poca gente en sus calles, pero casi más que en Napa, pero no daba la sensación de ciudad abandonada como Napa, sino de serenidad.




De nuevo, otra iglesia presbiteriana.
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Una iglesia ortodoxa.

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El "paseo marítimo" ;-)

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Un coche chulo con el puente de Vallejo al fondo.


Ya sólo nos quedaba volver a casa, a seguir viendo series, trabajando un poquito, y demás.


A este blog sólo le quedan seis semanas...

Friday, June 20, 2008

Un poquito de deporte no viene mal...

Del 9 al 15 de junio

La semana comenzó terminando de añadir información a mi página web, tanto en inglés como en español, y de pulirla un poco más. y cómo no, empecé de nuevo en serio con los audios del seminario para darle el último empujón.

El calorcito californiano, que no de la Bahía, estaba haciendo acto de presencia, pero no parecía que quisiera quedarse por poco tiempo, sino que se acomodó, y lleva aquí un par de semanas. La semana fue durilla de calor, pero ya que sudar era fácil debido a las temperaturas, para qué luchar contra ello; así que empecé esta semana mi plan de deporte. Los miércoles el plan es ir a comer con Justo a Palo Alto y para llegar, ir en bici, y al regreso a casa, 1H de piscina; el resto de los días de la semana, piscina 1H y gimnasia en casa 1H. Me estoy planteando ir a la zona del Shoreline en bici y hacer allí gimnasia como el que hace yoga, pero me da la sensación de que parecería una loca... maduraré más la idea... y a ver cuánto dura esto del deporte...

El miércoles por la tarde, Justo, creando una nueva rutina, salío antes de las 5 de la oficina para poder llegar a tiempo al curso al que asiste en San Francisco. Despúes de un maravilloso atasco de casi dos horas en la maravillosa 101, para apenas 50 kilómetros de recorrido, consiguió llegar con el tiempo justito. Pero lo malo fue que para volver se encontró de nuevo el mismo problema debido a un accidente. El tráfico en general está bastante bien por aquí, pero la 101 es tan insufrible como la N-1 diariamente o la N-6 los fines de semana (por poner unos ejemplos ...). Así que la semana siguiente se plantearía el ir a San Francisco de otra manera, estaba claro que lo del primer día fue chiripa.

El jueves recuperamos una tradición perdida, el cine español de Stanford y con ello, su chai previo :-), pero la verdad es que este día un chai calentito, era lo que menos apetecía.
Después del chai nos fuimos a un bar cercano donde habíamos quedado con Ricard, Mariano y Juan y Alejandro para ver un trocito del partido de los Lakers en su semifinal. Pero tuvimos la mala suerte de llegar en el intermedio y nos tragamos entero los 15 o 20 minutos de anuncios. Vimos unos minutos del partido y nos fuimos a Stanford. La peli de esta semana era Al sur de Granada, muy acorde a los calores de los días ;-) . Es una peli entretenida y con ciertos toques de humor. Y después del cine, momento pizza... o ensaladita de lechuga.

El viernes celebramos con Juan su cumpleaños. Realmente era el día 17, pero como se iba a Madrid el sábado, quedamos a comer con él, Rocío, Justo y un par más de la oficina (Haidar :-O y Nick), Ben y yo. El restaurante, La Bodeguita del Medio, estaba en un lugar intermedio para ellos y nosotros: California Ave, la antigua calle principal de Palo Alto (lo que ahora es Universitiy Ave). De hecho las autoridades quieren que recupere el reconocimiento que tenía esta calle hace años y en otoño, empezarán los acondicionamientos para ello, que durarán 1 año. Nosotros no lo veremos, al menos yo, Justo puede que en algunas de sus futuras visitas pueda ver el cambio. Será algo extraño para él, volver a estar aquí de visita. Pero bueno, la celebración estuvo bien, con su rica Ropa Vieja :-p

Pero durante el fin de semana continuó el plan sanote y deportivo.

El sábado cuando nos levantamos nos fuimos a desayunar a nuestro sitio favorito :-) al lado de casa, nuestro chai y nuestro yogurt.
Después estuvimos dándole fuerte a las piernas y a los brazos en la piscina, pues aquí lo bueno es que la tenemos para nosotros solos aunque es comunitaria.
Después de una ducha refrescante, porque eso de que en la piscina salga humo por lo caliente que está le vendrá muy bien a mis oidos, pero telita, es como nadar en un baño termal... Así que ducha fresquita y laaaargo paseo en coche. Siguiendo mis prácticas, cogí el coche y no lo solté hasta llegar a casa por la noche. El primer destino de nuestra ruta: Fry's la tienda de electrónica y electrodomésticos de Palo Alto donde nos ataviamos con una batería nuevas para nuestra cámara de fotos, que menudo trote les hemos dado este año a las que teníamos..., y alguna cosilla más. Después nos fuimos al Downtown de Palo Alto; realmente la idea era ir a la oficina para recoger el cable del portátil que Justo se había dejado allí, pero se olvidó la llave para entrar :(, así que aprovechamos la visita para tomarnos un yogur en Fraîche Yogurt, después un poco de compra en el Safeway y de regreso a casa a coger la llave de la oficina. De nuevo fuimos a Palo Alto, pero más rápidamente, y luego nos pasamos por nuestro, habitual ya, Passage to India, a por nuestras, habituales ya, samosas de fin de semana. Semana tras semana, la señora de la tienda nos insiste en que pasemos al buffet pero nunca lo hacemos. Mucha de la comida está muy especiada, y para dormir no sé yo... a ver si un día vamos a comer... :-) Finalmente, relax en casita con nuestras samosas y una peli.

El Domingo, como me gustó el desayuno que preparé la pasada semana, lo repetí, aunque un poco más sencillo (había menos tiempo). En nuestro plan deportivo nos fuimos a Stanford en bici. John, uno de los compis de Justo, le había comentado que había una ruta de bicis, mucho mejor que Cowper St para llegar a la oficina. Consite en una calle paralela que llaman "Vías para bicis con beneficios en el tráfico", es decir, no tiene más que 2 ó 3 stops y un semáforo: Bryant St. Vas mucho más tranquilo y te evitas los arranques en los stop que cuestan un poquillo, sobre todo con estas superbicis que tenemos... ;-)


El plan de hoy era, como comenté en el anterior post, una experiencia americana puramente Stanford: la Graduación de los niños... Justo ya había estado en una hacía 2 años en su visita a la oficina, cuando vio a Yi. La verdad es que aquello era como una gran boda pero mucha gente era la que se casaba. Había un ambiente festivo en todas partes, hasta debajo de las hojas de los árboles.

Realmente, durante toda la semana ellos eran protagonistas de este gran evento, participaban en muchos otros y también en muchas fiestas.
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Este día los papás y las familias iban a ver a estos niños, progonistas por un día. Aunque era como una boda porque había gente muy arreglada (y otros no tanto, que al fin y al cabo son americanos... ;-)), la fiesta duraba todo el día (desde las 8.30 que empezó todo).

Después de estar en varias entregas de diplomas tanto de alumnos que terminaban su primer ciclo de 4 años de universidad, como de alumnos de Master (bastantes) o de doctorados (... no, por hacer un curso de 2 meses a Justo no le dieron su diplomita, no tuvo su momento Stanford :'( ), después, nos cogimos nuestras bicis de nuevo, y nos fuimos a Palo Alto, para conocer otra nueva tienda que ofrecían yogures helados. Justo se pidió uno de té verde bastante bueno, nada que ver con el té de verdad. Con todos lo toppings que luego le pones los hace deliciosoooooos, pero nos gusta más nuestro Fraîche Yogurt :-). Otra adicción que estamos creando que luego en Madrid será complicado tener, salvo que te los hagas tú mismo... Como los zumos sanotes y espesotes...

Y cansados de tanto ir de un lado para otro, volvimos a coger las bicis y la calle Bryant y volvimos a casa. Pero la sesión deportiva continuaba y nos fuimos a la piscina darnos un chapuzón calentito :-)

Después, mientras yo curraba un poco con mi blog, Justo estuvo viendo, como pudo, a través de internet, el partido de baloncesto de los Lakers. Después de lo bueno, le tocó currar un poquillo porque el lunes tenía una reunión importante.

Tuesday, June 10, 2008

Con calma tras Alaska... más o menos

Del 2 al 8 de Junio

Tras el viajecillo a Alaska, la idea era tomarse las cosas con calma. Aunque aquí llevamos un ritmo mucho más acelerado del que llevamos en Madrid, nosotros seguimos necesitando semanas tranquilas cada poco tiempo, va en nuestra personalidad. La cosa es que esta vez lo conseguimos a medias ;)

A medias porque durante la semana, como habréis podido ver, tuvimos "intensivo" de escritura de blog. Yo había escrito parte durante el viaje, pero había que preparar las fotos, las panorámicas, y escribir el resto. Yo lo hacía un poco por la noche, pero Rosa se lo curraba durante el día. Sumémosle el propio blog de Rosa, estudiar inglés por su parte, y el mío, y ya estamos bastante liados ;)

Por mi parte, ha habido bastante trabajo esta semana, y además empezaba un nuevo curso, de Gestión de Producto, impartido por la Universidad de Berkeley en un edificio que tiene en San Francisco. Esta es otra de las cosas que sólo se hacen aquí: salir el miércoles a las 5 de la tarde para llegar a San Francisco a las 6 (con suerte, pues el atasco es considerable, y son más de 50 kilómetros), y estar 3 horas en clase, para luego coger otra vez el coche a las 9:30... El primer día me salió bien, pero veremos si el resto me tengo que subir el coche a clase :)

La razón de este curso es la de ver con más detalle algunos de los puntos que estudié en la clase de márketing de Stanford, más centrados en la gestión de productos de alta tecnología, y que tengo que aplicar de una manera más o menos constante en mi día a día. El curso dura 10 semanas, por lo que, de hecho, me pierdo la última, ya que estaremos en los madriles de vuelta, pero teniendo en cuenta que es la de presentación de trabajos, no pasa nada.

El sábado nos lo tomamos como día de trabajo, excepto por un ratito de piscina y lavadora por la mañana ;) Yo tenía trabajo que hacer, y Rosa estuvo con su nuevo post, que ha publicado ya.

A última hora de la tarde, cogimos el coche, y nos fuimos al aeropuerto a recoger a un nuevo Denodito que se pasa por las américas. Alejandro, de la oficina de Madrid (y otro ex-alumno mío de Nebrija) llegaba para pasar un par de meses por aquí, ahora que Juan se vuelve a la oficina de Madrid por un mes. La idea era dejarle en casa de Juan, pero como él no estaba, estuvimos un rato en casa cenando y haciendo tiempo.

Domingo 8 de Junio
El domingo fue el día activo de la semana. Aunque no nos levantamos muy pronto, nos tomamos un desayuno revitalizante preparado por Rosa (de los de hotel: "muffins ingleses" con mantequilla, mermelada y/o sirope de arce, "oatmeal" (puré de avena) con pasas y fresas, zumo de naranja natural y, por supuesto, chai!!! :-P :-P :-P

Tras prepararnos, cogimos el coche... ¡UN MOMENTO! No, Rosa cogió el coche, y nos fuimos a San Francisco. Como nos quedan pocas semanas antes de volver, a Rosa le apetece visitar las zonas de la ciudad que aún no habíamos llegado a ver. Una de ellas era la parte oeste de la ciudad, que da al pacífico. Así que nos cogimos la autopista 280, y para allá que nos fuimos.


El Fuerte Funston se encuentra en el área recreativa del Golden Gate, en la parte sur. Esta zona fue batería militar de San Francisco desde finales del siglo XIX, y, tras la segunda guerra mundial, se convirtió en "residencia" de cuatro misiles Nike. Por suerte, en la actualidad es un precioso parque, destino preferido de los Sanfranciscanos con cuatro patas (perros), y de aquellos que disfrutan de volar en ala delta, gracias a los fuertes y constantes vientos de la zona.
Nada más llegar, vimos cómo sólo necesitaban dos pasos para empezar a volar. Me quedé con ganas de probar el ala delta... ;) Eso sí, los que estaban volando iban de "show", pasaban cerca de los fotógrafos para que les sacásemos lo mejor posible, hacían giros, ... vamos, al estilo americano, como siempre ;)




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Nos dimos una vuelta por la costa, por un pequeño sendero que daba a una de las playas: Sand Ladder. La bajada fue interesante, la subida, aún más ;) Definitivamente, tenemos que volver a ponernos en forma.




















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Después fuimos andando hacia el norte, hasta que el camino nos obligaba a volver a "la civilización", así que nos dimos la vuelta y comimos (casi merendamos :) ) en una de las playitas. No penséis en playas tipo Alicante, sino tipo norte de España, pero con dunas. El mar estaba bastante agitado y con un poco de resaca, y hacía bastante aire, pero el conjunto era muy bonito.

















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Según íbamos de un sitio a otro, quedaba claro que era un sitio donde los perros disfrutaban tanto o más que los humanos :)



Para que no se hiciera de noche, y como aún volveremos uno o dos días más a San Francisco, volvimos a nuestra zona para nuestro clásico chai :) ¡¡¡Vaya día, todo organizado y llevado por Rosa!!!


Y para el fin de semana que viene, tendremos una experiencia americana, puramente Stanford :-O...

Album de fotos de Alaska

Para aquellos a quienes lo que de verdad les gusta es ver fotos :), hemos creado un album en Picasa con las de Alaska. Van básicamente las mismas que aparecen en el blog, pero con algunas mejoras, y quizá metamos otras.

Alaska

Monday, June 9, 2008

Alaska, día 8: remate final, los Fiordos de Kenai

Sábado 31 de Mayo

Un día muuuuuyyyyy largo.

Todo lo que habíamos ido comprando lo íbamos echando al maletero (lo bueno que tiene el viajar en coche), pero lo malo es que llegado el final, todo lo que había en el maletero había que meterlo en las maletas y no era tarea fácil.

Esa mañana desayunamos en la cabaña y salimos para el puerto de Seward. Tras tomarnos nuestro chai de rigor y pasear un poco, haciendo tiempo, por el puerto, nuestra embarcación partió rumbo a los Fiordos de Kenai.

Pero no, no todo era tan bonito como lo pinto. ¿Recordáis que en el post anterior comenté que creíamos que la reserva del barco había salido bien? Pues no. Después que se llevara a cabo nuestra reserva y de pagar, etc., resulta que el tío había apuntado nuestros segundos apellidos, por lo que cuando les dijimos "Hidalgo" y "García", no aparecía nada. Nosotros no caímos en el tema (a mí ya me había pasado alguna vez), y hasta nos dimos cuenta, ya veíamos que nos quedábamos en tierra. ¡¡¡Menos mal que nos dio por preguntar a qué hora había que estar en el barco antes de tomarnos nuestro chai!!!

Al final todo se solucionó y para allá que fuimos.

Hay dos formas de acceder al parque. Una es por carretera a través del Glaciar Exit, el cual no vimos el día anterior (según nuestro plan inicial), porque se nos hizo tarde. Pero es alucinante aunque sea por fotos.
La otra forma es por el mar (mediante barcos o kayak, Justo se quedó con ganas de la 2ª opción, pero a menos que quisiera llevarse un bonito catarrazo como recuerdo, no era la mejor idea) , así que cómodamente optamos por un crucero.

Seis horas de orcas, ballenas jorobadas, leones marinos, cabras montesas, águilas calvas, frailecillos de cola grande ("tufted puffins" -loros del mar-), araos común ("common guillemot", físicamente como pingüinos enanos, pero sin ningún otro parecido) y otra infinidad de aves (nos contaron que había hasta 20 especies distintas); además del glaciar Holgate.

Teníamos opción de coger 2 rutas, la roja por la bahía Resurrección (5H) o la amarilla, que te llevaba a los glaciares (6H). Por una horita más merecía la pena coger el crucero largo, ya que la idea era ver más glaciares.

El Parque de Fiordos de Kenai es el más pequeño de los 9 parques naturales que hay en Alaska (si diferenciamos entre lo que llaman "state park" y "national park"). Sin embargo es uno de los más bonitos y visitados. El paisaje fue continuamente moldeado por glaciares, temblores de tierra y cambios climáticos; consituyéndose como el hábitat natural de muchas especies .

Mirad esta carita sonriente porque después, tardó un tiempo hasta recuperarla. A los 15 ó 20 minutos de zarpar, nos dieron de comer. El caso es que Justo iba bien, el barco iba rápido y pensaba que no le pasaría lo mismo que en la experiencia de las ballenas, cuando sus padres estuvieron de visita. Lo único malo era levantarse o cuando el capitan veía un animal y paraba el barco para que lo viéramos, era ahí cuando Justo empezaba a encontrarse mal. Al final decidió tomarse una pastilla para el mareo, a riesgo de quedarse sopa.

Llegado a un punto los animales eran más frecuentes (al fin y al cabo nos apuntamos al crucero también para ver animalitos) y las paradas por tanto, también. En el barco, uno de los de la tripulación, James, un jovencillo de Long Beach (Los Ángeles) que llevaba en Alaska desde Marzo, fue muy amable con nosotros y entre su español y mi inglés nos pudimos entender para ayudar a Justo a pasarlo lo mejor posible. Pero aún así Justo fue fuerte y no se quiso perder las maravillas que nos deparaba este mini-crucero.

Nuestros primeros animalitos, los simpáticos primos de los delfines: las Orcas. Como muchos de los animales en esta zona, estaban con sus crías, y pudimos verles de cerca, tanto, que hubo un momento que pasaron incluso por debajo de nuestro barco. Mejor que una foto, un video.





Después vimos unas ballenas pero, como aquella vez, muy lejos; y lo único que les veíamos era echar agua cuando respiraban. De nuevo, muy aburridas... Me quedo con las orcas :-)

Pasamos muy cerca de los fiordos. Esta bahía en concreto : "Three Hole Bay".
Es increíble cómo la naturaleza misma puede llegar a esculpir esas maravillas.


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Era alucinante ver nieve en unas montañas abruptas y afiladas que se hundían en el agua...



Pero la carita le cambió a Justo cuando entrando en una de las bahías del parque, la bahía Alalik, vio al enorme glaciar al que nos acercábamos. La pastilla y unas galletas saladas que le dio James, también ayudaron :-)

El glaciar era el Holgate, y era una verdadera pasada. Habíamos visto el Matanuska, pero este nos dejó con la boca abierta. El tamaño era colosal (en la foto del enlace se aprecia mucho mejor), los tonos azules, mágicos, y cuando el peso de algunas "pequeñas" moles de hielo, del tamaño de automóviles, caían al mar, el estruendo llamaba la atención, segundos más tarde.

Pero mientras escribíamos este post llegamos a este enlace, en el que se ve cómo estaba el glaciar el 1909. Y nos sorprendimos, si cabe, aún más, aunque en este caso con bastante pena.








Este glaciar es uno los brazos de hielo, que desembocan en el mar, del extenso campo de hielo Harding, que ocupa la mayor parte del parque de Kenai.


Según nos ibamos acercando en el agua había cada vez más fragmentos de hielo, de mayor o menor tamaño, que se habían ido desprendiendo de la pared del glaciar que desembocaba al mar.
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Se me empañó las gafas y el objetivo de la cámara de fotos (como se puede ver en esta foto, no había forma de limpiarla); hacía tal humedad y frío que se te metía por los huesos, y el hecho de que nos estuviera cayendo una gélida agua-nieve, tampoco ayudaba a entrar en calor.




El tiempo no era muy bueno y las previsiones meteorológicas peores, así que por precaución éste y el Glaciar Oso (de lejos) fueron los únicos que pudimos ver. No pudimos adentrarnos más en la bahía Alalik y nos quedamos sin ver dos de los más grandes junto con este :-(
Pero antes de alejarnos pudimos ver acercándose al glaciar a 3 kayaks osados (a Justo se le avivó la envidia;... menudo papelote, me hace coger un kayak para que luego se maree, como le pasó en Monterey con Óscar, y me da algo remando yo sola para poder volver a la civilización...).


Así que volvimos a mar abierto. Pero para no dejarnos con sensación de escasez (aunque después de ver el glaciar, el viaje - y hasta el mareo de Justo, para él- nos había merecido la pena), el capitan empezó su cruzada en busca de vida salvaje en la costa para ofrecernos. Para ello el mejor sitio era en las misma Bahía Resurrección de donde habíamos partido inicialmente.

Tras pasar de nuevo de lejos el Glaciar Oso, Justo seguía un poco 'pallá', pero se animaba cada vez que nos decían que había animalitos para ver.

Los leones marinos que a Justo tanto le molaban :-P
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Infinidad de aves como cormoranes, aguilas calvas, diferentes tipos de ocas, cisnes y patos y por supuesto, gaviotas. Dijeron otros tipos de aves pero por el inglés no nos enteramos de qué aves eran. No sabíamos que teníamos que ir con la lección de pajáros aprendida...
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Y los simpáticos pájaros que antes mencioné que son como pequeños pingüinos. El capitán acercó el barco hasta el risco, para que pudieramos verlos y fotografiarlos con claridad en sus nidos.

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Después de verlos la búsqueda animal concluyó. De chiripa, encontramos en el camino de vuelta un águila calva en la copa de un árbol... Demasiado lejos para nuestra cámara.

Sólo quedaba volver tranquilamente amenizados con unas ricas "cookies" con chocolate que la propia tripulación cocinó en el mismo barco minutos antes ¡Estaban calentitas!
Justo prefiró comérsela cuando el barco hubiera parado en el muelle,... con gran afán por cierto :-))))

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La parte divertida del viaje concluía, ahora sólo quedaba volver a casa. 1.356 millas a nuestras espaldas (2182 km),... Que se dice pronto!!!
Y una larga tarde-noche de espera en el aeropuerto de Anchorage. Teníamos que dejar el coche a las 8.30pm-9.00pm como muy tarde y hasta las 11.50pm no salía nuestro vuelo :-(

Como buenos frikies de Alaska, mientras hacíamos tiempo en nuestro terminal, nos vimos otro capítulo de "Doctor en Alaska" al mismo tiempo que veíamos como el sol que se dejaba más o menos ver a través de las nueves empezaba a ocultarse detrás de las montañas... al menos las vistas fueron chulas hasta el final.

Cuando nuestro avión despegaba, estaba empezando a ser de noche en Anchorage, pero por poco nos quedamos allí a pasar la noche. Después de que Justo había llamado 3 SEMANAS antes para reservar los asientos de los 2 vuelos, cuando llegamos al aeropuerto de San Francisco, no constaba que tuvieramos asientos reservados y nos dieron la última fila (eso sí juntos). Así que nos esperábamos lo mismo cuando llegamos a Anchorage, pero con la diferencia que habíamos llegado casi 3H antes y no suponíamos que tuvieramos problemas con el asiento aunque no constara de nuevo como reservado (¡¡¡Qué pasa, que nosotros hablábamos con fantasmas!!!). No sólo ocurrió lo que nos temíamos (cosa que no nos preocupaba porque pensábamos que en ese vuelo nocturno, iríamos prácticamente solos), sino que cuando llegamos a facturar en nuestra tarjeta de embarque no aparecían nuestros asientos. Consultamos con una señora de United y nos dijo que ya nos los darían en el mostrador de embarque.
Hasta 20 minutos antes de empezar a embarcar, no apareció ninguna persona que se encargara de asignar esos asientos a quienes no los teníamos, así que tras ver que no dejaba de llegar gente a nuestra terminal, dabamos por hecho que no nos darían asiento. LLegando 3H antes y sufríamos un "Overbooking"... Al final, apurando hasta el final y mareando a Justo de un lado para otro, al final nos dieron asientos en la misma fila pero cada uno castigado en una ventana... :-( ¿Nos habíamos portado mal?

En el camino de vuelta en avión, a Justo le hizo efecto el resto de la pastilla del mareo que se tomó en el barco porque no se enteró de nada, antes de despegar ya se había dormido, qué capacidad... Yo me tragué entera la peli "27 bodas" (no conseguí quedarme dormida con ella) y al final sólo dormí una horita y algo más.

Recogimos la maleta, pero nuestra odisea no acabó ahí. Nos acordamos muuuuuucho de Juan. Estuvimos 1H esperando 1 "shuttle". Cuando llegamos a la parada había uno esperando para cargar y el muy carota quiso cobrarnos más, así que, nosotros pasaríamos frío pero él también se quedó ahí esperando. Después de que varios de Supershuttle nos vacilaran un poco... llegó uno, se saltó las absurdas normas de la empresa a la torera, y nos llevó a una pareja que llevaba también mucho esperando (a Redwood City) y a nosotros.


POR FIN EN CASA!!!!!!!!



JUSTO: Pero que quede claro que esto no nos hizo llegar tristes a casa. Es uno de los mejores viajes que hemos hecho nunca. La naturaleza salvaje de Alaska nos ha impresionado y marcado, y eso es lo que importa. Espero que os haya gustado este "tour" por Alaska. A nosotros nos ha encantado revivirlo mientras lo escribíamos.

Para quienes os hayáis con ganas de ver más fotos de Alaska (y mejores ;-)) os recomiendo esta página. Hay para aburrir... :-)



Adios Alaska, nos encantó conocerte!!!