3 - 5 de Agosto
Ya sólo me queda un seminario.
Este fin de semana he tenido mi penúltimo seminario contratado desde España.
Hasta ahora y a pesar del inglés los cursos me estaban pareciendo bastante interesantes.
A ver, antes de continuar, desde hacía tiempo que quería explicaros a algunos de vosotros qué es a lo que realmente me dedico. Creo que más de uno no lo tiene muy claro y lleva tiempo preguntándoselo y no quiero decir nombres ;-)
Sin ser muy soporífera y para el que le interese verdaderamente saber qué es lo que estudio aquí y lo que llevo estudiando desde hace años, y que hace que me encante trabajar en ello, intentaré explicar lo más brevemente posible (a ver si lo consigo) qué es esto de la optometría y de la terapia visual.
A ver, todos sabemos qué es lo que hacen los ópticos. Mucha gente ni siquiera sabe que para trabajar en una óptica hay que hacer una carrera, aunque sea de 3 años. Piensan que para vender gafas no es necesario estudiar nada. Y tristemente es así como nos ven, simples vendedores. Lo malo es que nos encasillan a TODOS en esa labor, “vender gafas”. Nadie conoce el concepto de “optometría” u “optometrista”, y no me refiero sólo a los clientes-pacientes, sino también a otros profesionales, que es lo más triste. Y realmente ese es el nombre por el que yo quiero que me conozcan.
Cuando alguien me pregunta que soy o en qué trabajo, y digo que soy optometrista, todo el mundo se queda con cara de póker y al final tengo que señalar mis gafas y me dicen “¡Ah, vendes gafas!”... Creo que aunque me fastidie no puedo hacer nada, esa es mi lucha y ahora no voy a entrar en ese tema, daría para otro post y no quiero aburriros.
El caso es que en la carrera no te enseñan a “vender gafas”, pero luego tu trabajo queda reducido a eso, a vender y vender para sacar los máximos beneficios, tanto si trabajas para alguien como si el negocio es propio. Hay gente que tiene el don de vender, y otra gente que no lo tiene y yo pertenezco al último grupo.
Cierto es que yo entré en Óptica de rebote y que lo que yo quería hacer no tenía nada que ver con esto, pero mientras hacía la carrera realmente no me planteaba cuando terminara qué era lo que iba a hacer. Así que cuando tuve que hacer unas prácticas en la óptica del Continente de Alcobendas, vi que lo que yo había estado estudiando durante los 3 últimos años no tenía nada que ver con aquello, y no me gustó.
Aclaro de forma sencilla algún concepto: Se puede decir que la “öptica” es donde te venden las gafas, y que el “óptico” es quien te las venden. Entonces pensaréis dónde está la duda.
Cuando sales de la Universidad sales con la titulación de Óptico-Optometrista. Y así es. Son 2 trabajos diferentes. El óptico te vende las gafas, pero el optometrísta es el que mira por tu salud visual, no tanto por su bolsillo.
La Optometría está más centrada en la salud visual, la sanidad.
Yo siempre he dicho que el Optometrísta es el “hermano pequeño” del Oftalmólogo, pero creo que voy a dejar de decirlo. Siempre nos han considerado en inferioridad respecto a él. Lo que decía el “médico” iba a misa y nuestra opinión estaba en 2º lugar. De hecho, si buscas la definición de Optometría te aparece: “Rama auxiliar de la Oftalmología dedicada a la medida de la agudeza visual y a la prescripción de lentes para la corrección de las ametropías”.
Pero no, no es así, realmente somos el “hermano gemelo” del oftalmólogo, el que le complementa. El oftalmólogo recibe una pequéñíííííísima formación de la Optometría en toda su larga carrera y sin embargo nuestra formación se centra exclusivamente en ella.
Realmente ellos son capaces de poder diagnosticar cualquier ENFERMEDAD que tenga nuestros ojos, pero muy pocos, sólo los que realmente quieren hacerlo bien, saben diagnosticar un problema en el FUNCIONAMIENTO de la visión, que no puede solucionarse con un colirio o pomada.
Pues a eso me dedico yo.
Cuando la gente va a la óptica, o va directamente con la receta de un médico a hacerse una gafa o va a que el óptico le gradue la vista para hacerse dicha gafa. Ambos, simplemente realizan la obtención de las dioptrías que necesita esa persona para tener el 100% de su visión y así pedirle unos cristales con dicha graduación y hacerle la gafa.
Tristemente todo queda reducido a esto. Y aunque sea echar piedras sobre mi propio tejado, realmente a muy pocas ópticas les interesa otra cosa que no sea eso: sacar el beneficio que aporta una gafa; claro que el beneficio es alto, entonces, ¿por qué no “perder” un poco de tiempo en mejorar el servicio?
Cuando terminé las prácticas en la óptica del Continente aquello no me gustaba nada y no quería dedicarme a esto el resto de mi vida si las cosas iban a ser así.
Entonces en mi vida apareció un nuevo enfoque de la visión y de mi profesión. Un problema visual (sin ser una enfermedad) no quedaba reducido simplemente a una agudeza visual o al uso de unas gafas o unas lentillas. El problema podía ser más profundo y unas gafas no serían la panacea para todo.
Conforme iba estudiando cada vez me molaba más todo esto. Decidí hacer un Master que me aclarara todo, cómo realmente funciona la visión y cuándo unas gafas pueden ayudar, cuando no y cuando es necesario otra ayuda para solucionar el probelma que trae un paciente.
A ver cómo explico esto sin que resulte una clase magistral aburrida.
La Optometría no es sólo ver qué lentes darán la mejor agudeza visual a un paciente. A este paciente podemos proporcionarle el 100% de visión pero seguir con dolores de cabeza, ojos rojos, mareos en el coche, incapacidad de estar haciendo una tarea en cerca durante más de 10 minutos, no rendir en el cole o en trabajo, no aprender a leer, ser malos en deportes y juegos de coordinación, etc. En la visión están implicadas muchas otras cosas más. Los ojos no son sólo “dos bolitas que ven”, forman parte de un conjunto mucho más complejo que ésto, partiendo de que la imagen no nos la dan los ojos sino el cerebro y no hay nada más complejo que el cerebro. Pero sin llegar a meternos en él, el ojo es un mundo con sus músculos y sus nervios. Y ahí entro yo.
Para que una persona esté cómoda con su visión, no sólo tiene que ver bien, tiene que funcionarle todo bien, es decir, tiene que ser capaz de enfocar a diferentes distancias como el zoom de una cámara de fotos según lo requiera, tiene que mover sus ojos a donde desee de forma coordinada y controlada, y ya que tenemos 2 ojos, debemos usarlos en equipo.
Todo esto es la base de la terapia visual. Hay gente que de manera natural usa sus ojos correctamente y no sufre alteraciones en otras áreas ni tampoco fatiga (como por ejemplo Justo, ¡bien por él!). Pero hay otras personas que necesitan que les enseñen a utilizar sus ojos para por ejemplo, rendir más en el trabajo o sacar mejores notas en el cole.
Muchas veces en nuestra vida tenemos problemas para hacer algo y no nos planteamos que el problema viene de los ojos.
Con unos ejercicios re-educas a tus ojos para trabajar coordinada y efectivamente. O sencillamente puedes potenciar un ojo que es vago o que está desviado.
Esto es lo que aprendí en España y en lo que estuve trabajando el año pasado. La verdad es que me encantaba. Cada día descubría algo nuevo con cada paciente. A esto se le llama Optometría Funcional.
Pero aquí, en EEUU, va todo más lejos.
El ojo esta lleno de células nerviosas, por tanto, tú puedes estimularlas y crear nuevas conexiones con tu experiencia, con lo que tú aprendes, con cómo aprendes a utilizar tus ojos correctamente. Así re-educas el funcionamiento de tus ojos, haciendo cada más fuerte esa estimulación.
Los ojos forman parte de todo el cuerpo humano y a su vez del entorno que nos rodea, por tanto, tienes que aprender a utilizar tus ojos según tus necesidades en tu vida. Si en consulta te enseñamos a utilizar tus ojos en unas condiciones determinadas, cuando en la vida real estés en dichas condiciones, tus ojos podrán rendir sin ningún problema, ya saben cómo hacerlo.
Pues esto es lo que estoy estudiando ahora, es lo que aquí llaman Optometría Comportamental. Pueden ser los mismo ejercicios que yo había estado aplicando pero desde un punto de vista más completo, más abierto, todo puede afectarte y todo afectar a la visión.
Pero algunos con buena memoria se preguntarán, ¿lo del curso de Evaluación Neuro-pediátrica qué tiene que ver con todo esto?
Lo cierto es que cada vez me voy especializando más y lo más que me gusta es tratar a niños. Por eso desde mi Máster, empecé a meterme en los cada vez más conocidos “Problemas de aprendizajes”, que cada vez se encuentran más en los coles, y no porque cada vez haya más, sino porque cada vez hay más profesionales que se forman en esto y que son capaces de diagnosticarlos. Existir, llevan existiendo desde siempre. Por ejemplo Albert Einstein o Leonardo Da Vinci tenían dislexia. Pero antes cuando un niño tenía problemas en el colegio, simplemente se decía que el niño era rebelde o torpe o que no le gustaba estudiar,... sin plantearse que cuando un niño tiene problemas en el cole, generalmente se debe a algo y muchas veces ese “algo” puede tratarse y hacer que la calidad de vida del niño sea mucho mejor (rendimiento, deportes, juegos, socialización...) incluso la mejora puede forjar otro carácter en ese niño.
Muchas veces no es más que problemas de percepción y como vimos en el programa “Gente demente” eso se entrena, sobre todo en niños, el cerebro es muy plástico y lo que le gusta es que se den experiencias nuevas y aprender de ellas.
Pero con el tiempo he ido viendo que este problema de percepción puede haberse originado desde la infancia más temprana de ese niño. Cuando nacemos, nuestro cerebro no se ha formado del todo, y por tanto, nuestras respuestas son reflejas. Un bebé no hace nada voluntariamente, ni siquiera agarrarte un dedo como muchos quieren pensar. Después de los primeros 6 meses o el año de vida, esos reflejos se tienen que ir inhibiendo, según el cerebro se va desarrollando, por tanto, si alguno de esos reflejos continúa, indica que algo en el desarrollo del sistema nervioso no va bien, por tanto, la formación de las respuestas voluntarias estará afectada. Esos reflejos tienen que inhibirse y somos pocas personas en España los que sabemos diagnósticarlos e inhibirlos. Por ello, el curso de Neuro-pediatría va un poco más en profundidad con respecto a esto. Todos estos reflejos no inhibidos, muchas veces son los causantes de los problemas de aprendizaje en un niño, y sorprendentemente, también son las causa de algunos problemas de rendimiento en adultos en el trabajo... Es sorprendente como inhibiéndolos, puede mejorar la lectura, la coordinación motora, la agudeza visual,... ¡Es increible! Justo y yo tenemos en común entre otras cosas, que nos alucina el cerebro cómo puede ser tan alucinantemente complejo. Yo afortunadamente, como dice él, trabajo con cosas relacionadas :-)
Bueno, pues volviendo al tema del último seminario, esta vez no me ha gustado tanto. Ya me conocéis y sabéis que no soy nada vanidosa, pero me esperaba MÁS. La razón es sencilla: Bob, el profe, quiso abarcar demasiado por arriba y por abajo, y no salió bien. Me explico, en el grupo había optometristas y terapeutas visuales. Pero aquí todo es diferente. En España, 1º sacas la carrera de optometría y después si quieres te especializas y te haces terapeuta visual, es decir, es como un grado más. En EEUU es al revés. Los optometristas estudian una carrera y los terapeutas no. Es decir, me he encontrado en el grupo, por ejemplo, con una profesora de prescolar que ahora esta empezando a hacer terapia visual, sin tener el más mínimo conocimiento del ojo y del sistema visual.
Hasta ahora, la materia no había sido muy complicada de entender, los terapeutas podían hacerlo perfectamente, además todo era muy práctico. Pero este curso era más teórico y conllevaba una mayor formación previa. El curso tuvo diferentes momentos, desde explicar cosas elementales a cosas bastante complejas. Yo reconozco que algunas me las perdí, no sé si por el inglés. Pero a más de un terapeuta le costaba procesar todo lo que él les contaba, lógico. Para mí este tema es el más complejo de toda la optometría, mis dolores de cabeza me he llevado intentando entender cómo funciona el ojo cuando esta desviado o cuando es un ojo vago, y cómo afecta todo esto al cerebro. ¿Cómo van a entender y asimilar todo en un solo fin de semana? La verdad es que era complicado impartir este curso en estas condiciones, por eso me defraudó, era del que más esperaba aprender de los 5 seminarios y posiblemente mi listón estaba muy alto. Bueno, es una pena, pero no se puede hacer nada. Ahora me tocará a mí currármelo más por mi cuenta, pero para ello ya me he comprado yo unos cuantos libritos que no hay en España y que como son en inglés, mato 2 pájaros de un tiro, y me ayudan a estudiar inglés también ;-)
Ahora ya sólo me queda un seminario en Noviembre y así que empezaré a mirar otros.
En cuanto a mi inglés yo pensaba que no había mejorado mucho desde el anterior seminario, ya que entre nuestra visita a los Madriles y la visita aquí de nuestros amigos españoles, era un poco complicado practicar, así que pensaba que allí "sufriría" de nuevo. Pero me sorprendí viendo que en las conversaciones de las comidas al menos podía sacar el tema principal de la conversación, aunque no entendiera la conversación en sí, no sé si me entendéis.
En cada seminario he visto una evolución en mi inglés, en el primero es como si hubiera ido a un curso de astronomía en chino, porque no me enteré de NADA, no sabía, ni siquiera, separar las palabras que oía, cuando empezaba una y cuando terminaba, me parecía que hablaban sin coger aire...En el segundo distinguía las palabras, pero me sonaban tan rápido, que no podía procesar la frase, el significado de la palabra suelta, no me daba tiempo a traducir cada palabra suelta, por tanto, seguía sin enterarme de lo que hablaban en las comidas (en el curso en sí, sí, porque sabía de qué hablaban y había más vocabulario técnico). Pero en este último, ya me daba tiempo a escuchar y quizás mi cabeza ya no necesitaba traducir al español ciertas cosas y ya iba más rápido, pero aún no lo suficiente, sacaba el tema, pero me era totalmente imposible hilar las frases. En cada seminario mi grado de esfuerzo, dentro de cada limitación, es el mismo. Es una impotencia el no poder entender, querer hacerlo y no conseguirlo. Pero ahora sé que en el siguiente será mejor. Mi vocabulario es limitado, eso me va a costar muchos libros de lectura y memoria para mejorarlo, pero mi problema actual es oir y entender. Hablar ya noto que aunque chapurree, mi miedo al ridiculo lo voy perdiendo, pero tengo que abrir mi oido, porque me cuesta un montón ¡¡A ver si saco la zapatilla de una vez!!
Como sabéis en verano dejé mis clases de inglés porque la profe de verano no me molaba mucho. Pero veo que estando dentro de todo esto, el inglés se va metiendo aunque sea por los poros de la piel. Claramente lo hace el estar aquí. Antes de acabar las clases en Junio la profe me planteó el cambiarme a un nivel superior de ingles (el avanzado), pero me asusté y le dije que no, que me quedaba en éste y si eso ya vería si me cambiaba en Septiembre. Pero me da a mí que a principio de curso empezarán el libro de gramática desde el principio y será un pcoo aburrido, así que seguramente en Septiembre me cambie.
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1 comment:
Yo te recomendaría que te apuntaras al curso avanzado de inglés, directamente.
Se parece un poco a las clases de baile: los niveles de iniciación son muy comodos porque sabes hacer todo lo que te echen, y verte a ti mismo haciendo algo muy bien da mucho gustito... pero no aprendes nada porque a ese nivel ya lo sabes todo.
Sin embargo, en una clase de nivel superior al tuyo lo pasas mal, porque te sientes torpe e inferior a muchos de los demás, y porque no te sale nada y es muy frustrante... pero se aprende mucho, y muy deprisa.
De lo que se trata es de aprender, ergo lo mejor es siempre una clase de nivel un poco superior.
Sin pasarse de nivel, claro... :-)
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