Del 20 al 22 de Agosto
Lunes 20
El lunes, Justo p. seguía malillo así que después de comer, Justo vino a recogernos para ir a urgencias. Tuvimos la oportunidad de ver cómo funcionaban los hospitales privados de América y no es nada
Esperas y esperas
Justo: aquí lo que hacen es que la enfermera hace una anamnesis (que no es una palabrota, sino las preguntas previas), que luego pasa al médico para que él no tenga que preguntar nada. Tuvimos que esperar un BUEN rato al médico, para que estuviese dos minutos con nosotros, pero bueno, lo que importa es que mando lo necesario para que se recuperase rápidamente :)
En la sala de espera, lo único que nos llamó bastante la atención a Puri y a mí fue quizás una tontería, pero os la cuento. Veíamos que en las mesitas y en el mostrador, había varios dosificadores de jabones líquidos que no requieren agua y tisúes. Lo primero que pensamos es que eran muy pijitos con la limpieza y que por tocar una revista ya se limpiaban las manos… Luego comprendimos que no eran tan pijitos, porque mucho hospital privado y mucho cobrar una pasta, pero las revistas que había en la sala, llevaban allí más de 1 año, ¡anda que no habrían pasado por manos aquellas revistas!!! Hicimos lo propio también ;-)
Martes 21
Miércoles 22
Siguiendo con la racha en California de los Hidalgo–Sanz, por la noche se volvió a pinchar el 2º colchón!!!!. A la mañana siguiente no nos lo podíamos creer. Habían dormido, él en el sillón
Pero como siempre, de todo sacaron algo bueno, y por la mañana estaban con una sonrisa de oreja a oreja y te lo contaban riéndose, así que como si hubieran dormido 8 horas seguidas, se fueron a Palo Alto de nuevo, pero esta vez, su aventura se ampliaba un poco más hacia Stanford. Se fueron a visitar el Museo Cantor y subieron a la Torre Hoover para verlo todo desde arriba. A ver cuándo lo hacemos nosotros… Aquí también ocurre lo típico, que teniéndolo tan cerca aún no hemos visitado el museo. A ellos les gustó mucho.
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