Thursday, April 5, 2007

Una experiencia inolvidable… porque no todas las experiencias “inolvidables” son placenteras…

Esta vez os voy a contar una sensación más que un hecho, aunque el hecho en sí era importante. Para ello, necesito remontarme más atrás en el tiempo.
Cuando Justo me propuso venir a EEUU y con ello, aprovechar y estudiar algo de lo mío aquí, tras pensar si veníamos o no, la opción me pareció una buena idea. Pero según ibamos buscando información en la web en universidades próximas y centros optométricos privados, me ponía muy nerviosa encontrar tantas alternativas para mí.
Tras las consultas pertinentes al Dr. Sanet sobre sus cursos de optometría y talleres de terapia y otras informaciones, la respuesta fue tan cálida y amable para no conocerme que me abrumó. Ví la oportunidad muy clara. Pero aunque la noticia lógicamente era buena (tenía la oportunidad de hacer 1 BUEN curso-Master, con uno de los gurús en lo mío, un profesional de la terapia visual y me lo ponía todo muy fácil, sólo YO decidía si seguíamos adelante o no), me asusté; de repente, me faltaba el aire; por mucho que lo intentaba, el aire no entraba en mis pulmones, ... conocía la sensación, era un ataque de ansiedad. Me tumbé en la cama e intenté relajarme.
Me lo ponían todo tan fácil... cómo podía rechazarlo, cualquiera lo aceptaría con los ojos cerrados. Era una experiencia enriquecedora, por todo, por la Optometría y la Terapia Visual, por el inglés, por estar fuera un año, por la experiencia personal y afectiva, por conocer gente diferente, por conocer una cultura nueva, formas diferentes de trabajar, una forma diferente de vida, una mentalidad diferente... y tantas muchas otras cosas; cualidades positivas que tenía este viaje. ¿Cómo podía decir que no? ¿Cómo ni siquiera podía planteármelo? INDEPENDIENTEMENTE DE TODO LO BUENO QUE PROFESIONALMENTE Y PERSONALMENTE LE CONLLEVARA A JUSTO.
Pero la sensación fue agobiante, muy agobiante. Todos me conocéis y sabéis que mi timidez tira bastante para atrás.

Pero tomamos la decisión.. Lo acepté como era: una gran aventura, con sus más y sus menos, pero los menos ya los iríamos pasando.
Según transcurrían los días en Madrid, a una parte de mí no le importaba que el viaje se fuera retrasando, pero otra parte de mí sabía que el curso no se retrasaba, y que cuanto más tarde nos fueramos más posibilidades habría de que mis miedos del curso se hicieran realidad.
Desgraciadamente, así fue.
Siendo realistas, recomiendo esta experiencia a todo el mundo, porque hay que vivirla, pero no se la deseo a nadie... ¿qué contradicción , no?
Más de uno me entenderá. El que haya pasado por algo parecido, no necesitará más explicación, sabrá de lo que hablo. Como dice Justo, “recomiendo la experiencia pero hay que sufrirla”.
Mamá, papá, no os asusteis por esto, pero jamás en mi vida lo he pasado tan mal como mi primer día de seminario (habéis hablado conmigo ya y sabéis que ahora estoy bien). Sé que esto me ha enriquecido como persona, me ha ayudado a valorar otras cosas, y a saber lo que realmente importa, pero ha sido una experiencia muy, muy dura. Estaba en una sala con gente totalmente desconocida, que hablaban en un idioma que no entendía, nadie me conocía, por tanto, nadie entendía cómo lo estaba pasando. No dejaba de pensar que ellos pensarían que me había apuntado al curso con todas sus consecuencias. Sentía la soledad rodeada de tanta gente. Más de una vez pensé qué narices hacía yo allí, por qué me embarqué en esta historia. Me apetecía salir corriendo de allí. No dejaba de intentar entender algo, 1 palabra, 1 frase, 1 contexto. ¿Hablaban de Optometría o de Astronomía? No me enteraba de nada. ¡Qué día más largo! Afortunadamente Linda Sanet (la mujer del Dr. que impartía el seminario) hablaba español mejor que yo el inglés y fue un cable que yo agradecí MUCHO.
El día empezó a las 10 y terminó a las 6 de la tarde (hora de cenar aquí), con 1H para comer con Justo (ufff!!, menos mal, si no hubiera estado Justo conmigo, no sé cómo lo habría soportado, me dío muchísimo apoyo y ánimos. MUCHAS GRACIAS ). ¡¡¡Fueron las 7 horas más largas de mi vida!!! Encima yo oía a Sanet decir mi nombre de vez en cuando durante las explicaciones, y ni siquiera sabía si lo que decía era bueno o malo... ¡Qué impotencia! Yo creo que los nervios nublaron más mi poco inglés. Cuando terminó la sesión del viernes estaba AGOTADA, en mi vida me había sentido así. ME daba la sensación de que mi cuerpo había levantado una tonelada, había hecho tal esfuerzo por entender algo durante 7H que mi cerebro y mi cuerpo estaban exhaustos. Nunca había quemado tanta energía mentalmente. Cenamos a las 7 y me quedé dormida.



Pero los otros 2 días siguientes fueron mejores, la materia era práctica, la conocía más, ¡sabía de qué hablaban! Y podía hilar mejor las palabras que mi mente entendía. ¡Llegué a coger apuntes! Seguía sin entender a mis compañeros. Pero me lo planteé de otra manera. Los intermedios del curso, en los que el día anterior me molestaba y asustaba estar sóla en mi mesa sin relacionarme con nadie, aproveché para ver libros que había traído, referencias, para solucionar dudas con Linda e incluso para chapurrear algo de inglés de necesidad con algún compañero (por el tema de la compra de libros). Ya no me preocupaba tanto mi situación. El tercer día lo tenía claro. El acento del Dr. Sanet era más comprensible, era cuestión de oirle mucho y con el pendrive tenía 2 meses para escucharle a diario para intentar descifrar lo que él dijo los días en el seminario. Cada día salía menos cansada y más contenta que el día anterior. Con lo que entendía en el mismo seminario, ya lo puedo aplicar en mi práctica diaria, así que ya me doy con un canto en los dientes. Si además, conseguimos descifrar las grabaciones entre Justo y yo y sacamos algo más, bienvenido sea.
Pero una cosa he sacado clara de aquí. Hasta ahora no tenía muy claro si aprendería o no mucho inglés este año. Pero ahora sí. No dejaba de repetirme el último día del seminario que la próxima vez sería diferente, que no podía llegar a pasarlo igual. En 2 meses tengo que aprender el inglés suficiente para poder entender al Dr Sanet y a mis compañeros si me hablan y poder hablar mejor. No quedarme diciendo “What?” (“¿Qué?”). No puedo, soy demasiado perfeccionista y no me gusta hacer las cosas mal, por eso creo que no arranco a hablar en inglés, porque me suena mal y prefiero callarme. Pero no me dejo a mí misma que esto siga así. He venido a América y tengo que poder relacioname. Es parte de la experiencia. Aprender inglés no es sólo aprender el idioma, sino también aprender de y con la persona que te hable en dicho idioma.



Pero este finde no fue todo malo, Justo aprovechó para alcanzar a su vida ¿¿¿¿???? :-D
Desde antes de su presentación de la tesis, él tenía la misma sensación que yo tenía antes, de que su vida iba a un ritmo mayor y que él se quedaba rezagado detrás y no lograba alcanzarla. Este finde, “solito”, decidió tomarse las cosas con más calma y descansar; menos dormir, el resto lo consiguió ;-) Recargó un poco las pilas.
Justo: pues sí, aunque estaba atento a lo que Rosa pudiese necesitar, al final, durante las “n” horas de su curso tuve bastante tiempo para relajarme. Leer, escribir, “intentar dormir”, que me diera un poco el aire... la verdad es que me ha venido bastante bien para, como dice Rosa, “pillarme”. El curso de Rosa era el primer hito que teníamos que pasar aquí tras el previo de Chicago. Ahora podemos decir que empieza nuestra aventura de “vivir”. Rosa ya no tiene que estar al 100% con el curso, y puede buscar actividades para aprender inglés, conocer la zona, ... yo empezaré a buscar el mejor horario para hacer algo de deporte (aparte de andar mi media hora para arriba, media para abajo al día), y juntos veremos qué zonitas se pueden visitar por aquí.

2 comments:

Anonymous said...

Muy buenas.
Rosa, me alegro que, aunque sufrieras, hayas encontrado la fuerza para disfrutar de la vida allí. Sé que es muy duro estar en otro universo, donde parece que no es tu lugar, pero siempre se aprende algo y se disfruta.
Besos y a por esos ojos.

Anonymous said...

Por cierto, eso de que los comentarios se publiquen después de la aprobación del propietario es censura, ¿A que tenéis miedo?
Fascistas, que sois unos fascistas. ;-)