Tuesday, May 1, 2007

¿Qué era eso de un fin de semana tranquilito en casita?...

Bueno, la semana pasó a toda velocidad, sin pena ni gloria, trabajando y estudiando sin más que destacar 3 cosillas:
• Una, que Justo tuvo que ir de nuevo a San Francisco, un día por la tarde, para asistir a una reunión con los analistas de Gartner ¿recordáis las conferencias de Chicago a las que asistió?, pues de los mismos. Justo: de hecho fueron un par de reuniones, con dos analistas diferentes. Esto sí que es algo que no se estila tanto en Europa, aquí es mucho más habitual el contar con analistas de Gartner, de Forrester (Bloor en UK), etc., para que te informen sobre su experiencia con otros clientes. Estuvo muy interesante, la verdad, y creo que sacamos muchas conclusiones válidas para el futuro.
• Dos, que los de Cingular (un poco torpes, también hay que decirlo) vinieron a instalarnos la conexión telefónica al apartamento... primer paso para la conexión a internet.
• Tres, que Justo cocinó sus primeras croquetas :)




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Y de nuevo llegó el fin de semana. El viernes fue el día más tranquilo. Nos fuimos a hacer compra con Ben, mientras Rocío limpiaba su casa para dejarla limpita, ya que el viernes que viene ellos se casan en plan sencillo, ellos solos, en San Francisco y a la semana siguiente se van a España durante unos 10 días y vuelven aquí con los papis de Rocío. Así que después de una cenita ligera... ¡PIZZA y TARTA!, vimos con ellos una peli que pidieron en Netflixs MUY MALA, por cierto, de Paz Vega y Morgan Freeman (10 items and less), aburrimiento total, cogí lo suficiente para enterarme de qué iba, pero no lo suficiente para que de vez en cuando se me cerraran los ojos... No fui la única en opinar así.


El sábado , sin embargo fue más agitado. Fue el día de las bicis.
Por la mañana habiámos quedado con una clienta de Miguel Ángel (todavía no tenemos muy claro cómo se llegaron a conocer) en el Café Borrone de Menlo Park, para, en un prinicipio tomar un “brunch” (¿recordáis? el desayuno–comida de por aquí).
Cuando Justo comentó en el equipo de baloncesto que nos ibamos a Palo Alto, Miguel Ángel le comentó que tenía una cliente allí (aquí) llamada Marie Francoise, y que estaría encantada de conocernos, que ella aún siendo francesa, había vivido muchos años en España y controlaba el idioma perfectamente (y así era). Por e-mail, Miguel Ángel nos puso en contacto con ella y aunque cuando llegamos entre sus historias y las nuestras fue complicado quedar, al final lo conseguimos este sábado. Aunque el Cafe está relativamente cerca del nuestro apartamento, está lejos para ir andando, así que nosotros fuimos en bici hasta allí. Cuando llegamos empezamos a hablar con ella (su marido no vino porque estaba de viaje), de infinidad de cosas, tanto que se nos fue el tiempo y al final ni comimos. Yo no dejaba de ver platos de acá para allá y nadie decíamos nada de pedir algo para comer :-P, así que al final se nos hizo tarde y sin comer nada, nos tuvimos que despedir de ella para ir corriendo (en bici) a Denodo para hablar con los papis, dado que que durante toda la semana yo no había tenido conexión en el apartamento y sólo pude hablar con los míos un día.
La conversación fue bastante entrenida e interesante y para que no sólo Miguel Ángel sepa de quién hablamos, haré una breve descripción de Marie Francoise. Es una mujer francesa, de unos cincuenta y tantos (creemos) casada con el fundador de JUNIPER, la empresa competidora de Cisco.
La verdad es que es una mujer bastante sencilla, simpática y afable, pero nos alucinaba la normalidad con la que nos hablaba de temas económicos (siendo además la primera vez que nos veíamos); cómo para ella hablar de 100.000 $ era como para nosotros hablar de 10$, ¡calderilla! (en general, parece que es lo natural aquí; el esfuerzo necesario para obtener ese dinero, el que la mayor parte de esta gente provenga no de una familia acaudalada, sino de familias de clase media, y que han conseguido estudiar en las mejores universidades mediante su propio esfuerzo, talento y... becas!) Nos contó un poco lo que habían hecho en su vida y lo que estudiaban sus hijos (los 2 en Stanford). Lo que más les gustaban a ella y a su marido era la diversidad de culturas que les habían enseñado a sus hijos (su marido es indio), sus hijos controlan perfectamente 3 idiomas (francés, español e inglés – y el indio porque no quisieron aprenderlo-) así que dice que están muy abiertos de mente a todo, y eso les gusta. Les encanta conocer gente, y no sabemos cómo, pero el caso es que al final terminó ofreciéndome que le entregara a su marido un plan de empresa en inglés sobre mi negocio de montar algo y que él lo evaluaría, que él hacía “pequeñas” inversiones en pequeñas empresas y que lo que hago yo, en la india se hace de toda la vida, a lo mejor no centrado en la Optometría como carrera o profesión sino desde el punto de vista esotérico/espiritual. Por tanto, su marido cree mucho en ello, y ella desde hace mucho tiempo se levanta por las mañanas y diariamente hace sus ejercicios visuales igual que hace su gimnasia. Aunque nosotros conscientemente intentábamos mantener la boca cerrada, por dentro estábamos con ella abierta alucinando cada vez más. Como le dijo Justo a Marie, nosotros no buscábamos nada de esto, ni lo pensamos en ningún momento, pero cierto es, que es una buena oportunidad para que una persona que ha montado él solito una gran empresa, sencillamente nos de su opinión y nos de ideas para poder saber si nos equivocamos en algo y poder tener éxito en lo que hagamos. Bueno la cosa quedó en que dentro de 2 fines de semana (que aquí en EEUU, será ese domingo el Día de la Madre), el sábado 12, nos enseñarán su “casita” en Los Altos Hills y allí nos presentarán a otra pareja joven (ella de unos 25 años y él de unos 35), sin hijos, que estuvieron viviendo en España durante unos años y se vinieron para aquí, en Julio del año pasado y les apetece mucho conocer a españoles con los que poder hablar en español... si lo que yo digo, por un lado bien, pero por otro, yo no aprendo inglés, en la vida...

Bueno y después de hablar con los papis, nos fuimos de nuevo en bici al apartamento. El viernes habíamos comprado unas cestas para las bicis y el sábado por la mañana comprobamos que en la de Justo no valía y que en la mía posiblemente sí, pero que había que hacer trabajos manuales... Así que fuimos a ver si en la mía conseguíamos encajarla y a coger la otra para devolverla en la tienda. Pero claro, de nuevo aquí no hay nada cerca, y el día anterior habíamos ido en coche, pero en bici suponía un ‘tour’ impresionante, de ida y vuelta. Si cogeis el mapita de los post anteriores veréis el “paseito” en bici que nos dimos: Fuimos desde Coleman St en Menlo Park (nuestro actual apartamento) , atravesamos TODO Palo Alto, y llegamos al límite de Mountain View con Palo Alto. Cerca de hora y media en bici... no hace falta escribir más...
Justo parecía que no había tenido suficiente con el “paseo” y encima se quedó hasta las 2 de la madrugada trabajando con un problemilla que había surgido en el curro. Y al día siguiente madrugábamos...

El domingo nos movimos en coche, aparentemente el plan parecía más cómodo y tranquilo, pero acabamos cansados igualmente (que se lo digan si no a Justo que se sentaba en cada bordillo, silla o banco que veía). Justo: a mí es que lo de ir de compras...
En el curso de inglés, un día le pregunté a Glenda, una compañera hondureña, si sabía de algún Outlet que fuera realmente barato, que tuviera gangas, y me comentó que al que habíamos ido nosotros (el de Milpitas) era realmente un “Mall” (un centro comercial) y que no tenían gangas (realmente nosotros tuvimos la suerte de pillar las rebajas). El caso es que buscamos en la web el Outlet que me dijo y efectivamente, ¡¡esto sí era un Outlet!!: GILROY, a 1H en coche de donde vivimos. Es el Outlet más grande de todo California, suponemos que esto se aproxima bastante al Outlet que nos había comentado JC, porque en éste también era necesario moverse en coche de un sitio a otro y al final no nos dio tiempo ni siquiera a verlo todo. Aprovechamos alguna ganga, pero esperabamos ver más. ¡JC, nos has puesto las espectativas muy altas!
Las principales gangas fueron unos Dockers para mí por 10 $ y unos zapatos negros de piel por 20$ (en este último caso la tienda estaba liquidando y como mi pie por aquí es pequeñito, pude aprovecharme de ello ;-)). Rocío y Ben se dejaron más dinerillo en sus compras, ya iban con intención de comprar sus trajes de boda, que aunque no fuera por todo lo alto, querían algo especial. Justo no quiso ni mirar nada para él, porque estaba agotado, entre la paliza en bici del día anterior, trasnochar, madrugar y esto que no es lo más divertido para él después de 2H, estaba bajo mínimos...:)

Pero bueno, a las 6 todo cerraba y nos fuimos los 4 a cenar a un griego en Mountain View, ¡para empezar a conocer nuestro “vecindario”! Justo: aquí lo que ya tenemos claro es que toda la comida es bastante más picante que en España. Hasta la Moussaka, que al menos donde la hemos comido allí es normalita, aquí picaba. En fin, habrá que hacerse al gusto...

Sentimos que no haya casi fotos en esta semana, pero la que viene os aseguro que habrá muchas :)

1 comment:

Anonymous said...

Bueno parejita pues ya veo que lo estais pasando muy bien (aunque las labores casers se sufren jejeje).
Espero veros pronto de vuelta por tierras valencianas y daros un fuerte abrazo.
Vuestra prima Ada Luna ya pregunta por vosotros.
Un beso:

jesus