A todos nuestros agobios se sumaron el cargar 2 personas, con 6 bultos y medio,... ¡la locomoción era muuuuuyyyy complicada!
Tras facturar casi todo, llegaba el peor momento, despedirnos de los papis. Temía flaquear y que la despedida fuera difícil, pero yo creo que los nervios mantuvieron a raya mis emociones. Quienes peor lo pasaron, según supimos después, fueron nuestras mamis. Supongo que en algún momento entenderé perfectamente lo que sintieron al vernos marchar. La postal que vimos por última vez era triste.
Lo sentí mucho por ellas, y también por mi padre, que sé que aunque se hacía el fuerte, su hormigueo lo tenía por dentro. Pero, esto no será nada, los días pasan a toda velocidad, y en breve estaremos de vuelta no sólo de los 3 meses sino del año entero. Fueron muy comprensibles y respetuosos con nuestra decisión, es algo que necesitabamos los 2. Por un lado, Justo necesitaba salir de esa casa como fuera, y por otro, un cambio así puede enriquecer mucho una pareja, sin hablar de la experiencia profesional que conseguiremos los dos. Así que gracias papis por ser como sois, A LOS 4!!!
Cuando llegamos Newark (Nueva york) llegamos a la zona de inmigración de los primeros y no tuvimos que esperar prácticamente ninguna cola. Sin embargo, cuando llegamos a la cinta para recoger el equipaje, ya había bastante gente esperando, pero tuvimos la suerte de que nuestras maletas empezaron a caer en la cinta una detrás de la otra, algunos que esperaban las suyas nos miraron con cara de alucinados, fue “llegar y besar el santo” :) A continuación, teníamos que pasar de nuevo por un control, pero siendo de los que más equipaje llevábamos, no nos pararon e incluso en guardia que nos miró los pasaportes se despidió de nosotros amablemente en español :)
Así que, a duras penas, cargando con los 6 bultos y medio, llegamos a la zona de facturación. Me esperaba algo parecido a lo que hay en Barajas: un/a señor/ita en un mostrador con una cinta a su lado, pero nada de eso. Mogollón de maletas por todas partes, una cinta que ni siquiera se movía y que ya llevaba unas cuantas maletas más, gente de seguridad que nos dirigía a una zona u otra dependiendo del destino de las maletas y mozos qye movían de un lado todo aquel equipaje. La verdad es que mucha confianza no daba aquello. Parecía que todas la maletas iban a terminar en el mismo lugar o que alguna de ellas (confiaba que no fuera ninguna de las nuestras) quedara escondida y olvidada en algún lado. Justo me comentó que así funcionaba y que no pasaba nada. La verdad es que eso no me tranquilizó, pero pensé que al menos, las maletas habían cruzado el charco ya con nosotros, y si ahora no llegaban a Chicago, no tardarían tanto en encontrar su paradero. Así que, de nuevo libres de maletas, volvimos a pasar un control de seguridad, no mucho más riguroso que el que ya habíamos pasado en Barajas (lo único diferente es que sí nos pidieron que nos quitaramos el calzado y que pasaramos por una máquina que despedía soplidos fuertes de aire y nos mantuvieramos en ella unos 16”).
Cuando llegamos a la sala de embarque de nuestro vuelo, no teníamos muy claro qué hora era. Sabíamos que había una diferencia horaria de 6 horas con respecto a Madrid. Pero en el vuelo Madrid-Newark, el piloto nos dijo una hora diferente a la hora que aparecían en las pantallas y por otro lado, muchas horas no nos coincidían. El caso es que pensabamos que ibamos sobrados con el tiempo de escala, pero una hora antes de la que esperabamos, embarcamos camino de Chicago. Mejor, porque ya que estamos allí, así llegabamos antes a Chicago :-). Pero seguíamos sin saber qué pasaba con el tiempo. Después nos enteramos que justo ese domingo habían cambiado la hora en casi todos los estados de USA, por lo que durante unas semanas la diferencia horaria con europa sería de una hora menos.
Llegamos a Chicago en 3 horitas en un avión de la Continental, esta vez más pequeño (de3-3 asientos) y más estrecho. Pero ya llegamos de noche.
Las maletas tardaron un poco más en salir que en Newark, la suerte se empezaba a agotar (cada vez más :( ). Después de andar y andar por el aeropuerto, para cambiar nuestros euros (no llevábamos encima ni un dolar) en una oficina de cambio (la única que vimos estaba ya cerrada) nos fuimos a buscar un “shuttle” (autobuses que mandan los propios hoteles para recoger a sus huéspedes de forma gratuita). ¡Más lejos no podían estar los dichosos autobuses! ¡Con lo incómodo que era moverse con TODAS las maletas! Justo empezaba a mosquearse, el cansancio empezaba a manifestarse, sólo queríamos llegar al hotel y soltar todas las maletas.
Llegamos al shuttle y una se iba ya lleno, pero llegaba otro, el conductor, alias “Cantinflas”, iba a su bola, y no se preocupó de informarse de los destinos de los pasajeros. Nosotros sólo le dijimos que ibamos al hotel Regency y él no nos preguntó a cuál ibamos, (descubrimos después que en el área de Chicago hay 3 hoteles Hyatt, 2 Hyatt Regency). Así que después de que en el mostrador del Regency O´Hare, no fueran muy amables, porque lógicamente Justo no aparecía en sus listas y Justo no recordó el nº de confirmación (pensaba que no lo necesitaría), tuvimos que perder la cola y buscar un e-mail donde apareciera el numerito. Una vez encontrado nos pusimos a la cola de nuevo y apuntamos corriendo el nº porque al portatil se le acababa la batería (definitivamente como nuestra suerte). Cuando nos tocó, la señorita,muy seca, nos comentó que seguramente estabamos registrados en el Regency Chicago en el centro de Chicago. Nos proponía CON TODAS LA MALETAS) volver a coger un shuttle al aeropuerto y de allí un taxi. Una maravillosa idea que no nos moló nada de nada. Así que en la entrada del aeropuerto nos informamos para pedir un taxi que admitiera trajeta y nos llevó derechitos al hotel ansiado ( a 20-30’ del otro hotel).
Por fin llegabamos al hotel a una expléndida habitación.
Era en una de las plantas VIP, la 32 (de 35 en total); el ascensor te pide la tarjeta de la habitación para acceder a esas plantas. Las vistas son impresionantes, tando de noche como de día. Podemos ver como el Río Chicago desemboca en el Lago Michigan. Ya estamos en USA.
No comments:
Post a Comment