Nuestro primer día en Palo Alto, desayunamos al estilo americano, en cuanto a la tranquilidad, en casa de Ángel (el jefe de Justo), y después nos llevó a ver el apartamento.
Justo ya había estado en casa de Ángel y Carmen el pasado Junio, cuando estuvo 15 días conociendo la oficina de Palo Alto.
Explico un poquillo cómo es todo esto para que el lector se sitúe .
Aclaramos que aunque a todo el mundo le dijimos que ibamos a Palo Alto, realmente nuestro apartamento actual está en Menlo Park, y la oficina de Justo sí que está en Palo Alto. Pero a los efectos, seguiremos haciendo referencia a Palo Alto, para no crear confusión
Realmente para que os hagáis una idea, son como barrios, por tanto, una calle te hace pasar de uno a otro. Están situados en las afueras de San Francisco, al sur.
Justo tiene el trabajo a unos 30 minutos para él, y unos 40 para mí ;-) del apartamento, andando; y a 15 minutos en coche o en bici. Y aquí, el tiempo es como una constante primavera, aunque ahora las temperaturas son un poquillo más bajas. Por tanto, es muy grato pasear, aunque seamos de los pocos que lo hacen por aquí, ya que todo el mundo se mueve con coche o bici. Justo por ahora y hasta que se haga un hábito de hacer deporte, prefiere ir al curro andando.
Justo: Para los que no sean muy informáticos, Palo Alto es el centro neurálgico del Silicon Valley, la zona de la bahía que acumula más empresas tecnológicas por metro cuadrado. Entre Redwood y Mountain View (en medio están Menlo Park y Palo Alto) podemos encontrarnos con las sedes principales de Yahoo!, Google, Sun, Cisco, ... en fin, la créme de la créme. Esta zona, además, cuenta con una gran concentración de inversores que ponen pelas a estas empresas, y con dos de las mejores universidades del mundo, Stanford (en Palo Alto, al final de la calle principal, ya hablaremos de ella) y Berkeley (un poquito más lejos, cruzando la bahía). En definitiva, un caldo de cultivo excelente para que salgan empresas innovadoras “a porrillo”. Cuando vine el año pasado, creía que Palo Alto sería una ciudad con grandes edificios, mucho tráfico... como estáis empezando a ver, y Rosa está viviendo... poco tiene que ver con esa idea!

Pero bueno, continuemos con el apartamento.

Tiene un salón amplio, una cocina, un dormitorio y un baño. Suficiente para los 2 durante un año.
Pedimos tranquilidad, y aparentemente la tiene, lo único que podemos objetar es que podría tener un poco más de luz el salón y ya desde mi opinión, mejor olor. Por aquí o no lo notan o me dicen que es el olor de las moquetas... No sé, no me convence...
Nuestra casita en Madrid la fuimos haciendo poco a poco con mucho cariño, llenándola de pequeños detalles que nos identifican. Pero esto aquí no vale. No queríamos estar muchos días en casa de Ángel por no molestar y porque necesitábamos, estar ya tranquilamente en “nuestra casa”.
Pero nos dimos cuenta de que para vivir mínimamente, se necesitan muuuuuchas cosas (muebles, menaje del hogar -sábanas, toallas, cacharros,...-, comida,...). En Madrid, tuvimos prácticamente un año (y más ;-)) para ir llenándola con lo que queríamos, pero ahora teníamos que hacerlo de golpe, pensar qué era lo más necesario y el resto ya lo compraríamos más adelante. En nuestros ojos sólo aparecía el símbolo del dólar $, como en los dibujos animados. Gastábamos y gastábamos, era agobobiante ir a tantos sitios y no dejar de sacar el monedero en todos ellos..., parecíamos Rockefeller...
Los compis de Justo nos recomendaron algunos sitios donde hacer nuestras compras, y el sitio que ganó con diferencia al resto, fue IKEA:

La empresa nos alquiló por un día, un furgón para hacer las compras grandes de muebles, y Ángel nos prestó unos suyos que hemos puesto en el salón (una mesita baja, 4 silloncitos y una lámpara-mesita)


Pero dicho furgón tuvo que conducirlo Justo, aunque no tuvo ningún problema porque aquí se conduce muy despacito, las señales marcan constantemente una velocidad máxima de unos 40 Km/H. Las distancias aquí no son muy grandes, pero hay que tener en cuenta que se conduce muuuucho más despacio que en Madrid.
El sábado por la mañana nos fuimos a lo que aquí llaman una “Garage Sale”: gente que vuelve a su país o que cambia de casa, exponen lo que tiene en su garage y lo vende por precios muy asequibles. Comprendí que tenía el concepto cambiado sobre esto. Al principio yo creía que lo hacían para sacar beneficio, como cuando vendes tu casa y la vendes por más dinero que la que compraste para ganar en la venta. En este caso no sucede lo mismo, se trata de vender lo máximo que puedas para recuperar un parte al menos, de tu inversión inicial en dicha casa. Aquí cuando la gente se va a otra casa, no quiere tener el “trastorno” de hacer una mudanza, así que intenta venderlo todo.
Nosotros compramos una mesa de escritorio de madera maciza y una silla de escritorio por $30. Y unas bandejas de escritorio, que luego vimos en la tienda donde la compraron a $21, por $3 :-O
La experiencia es chula. Te conectas a una página web (craigslist.org) y buscas “garage sales Palo Alto” o “garage sales Menlo Park”. Cada fin de semana hay al menos 4 ó 5 ventas, algunas con fotos y páginas web incluídas! Te pasas por allí (con o sin cita previa; nosotros fuimos sin cita) y a ver qué tienen. Nos han dicho que las mejores cosas se las suelen quedar “profesionales“ (aquí les llaman “early birds”) que llegan antes de la hora... qué morro le echan, qué listos son...
En nuestro caso, coincidió que la pareja que se mudaba era europea (sueco y francesa), con lo que salió conversación interesante... y nos ayudaron a desmontar la mesa de despacho, que costó lo suyo!
Así que nuestra idea es seguir aprovechandonos de estas gangas para comprar una tele o una aspiradora... Todos los fines de semana hay alguna.
Entre compra y compra el jueves y el viernes Justo ya tuvo que ir asistir a varias reuniones de trabajo,... ¡¡No le dejaron ni asentarse con tranquilidad!! ¡Sólo pedíamos 2 días!
Justo: trabajo no me va a faltar, la verdad. Mi responsabilidad aquí es toda la parte tecnológica del producto que construimos, evitando el inevitable problema que suponen 9 horas y miles de kilómetros de distancia.
Rosa: Y por fin, el domingo, abrí la “cajita”. Con todo el jaleo, el primer día, Rocío y Ángel me habían entregado la caja que Linda me mandó del curso de Sanet con la documentación del primer seminario, pero no había tenido ni tiempo de abrirla y de echarle un ojo. Parecía que era un regalito para Justo, él mostraba muchas más ganas de abrirlo que yo.
Ya tenía cositas para estudiar el lunes.

Y después, la primera clase práctica de cocina para Justo ;-). Empezamos con algo sencillito: un sandwich de jamón-queso y orégano.

Ya iremos mejorando el menú :)
Justo: por alusiones, he de comentar lo siguiente.- el Justo que conoceréis a nuestra no será conocido como Justo Hidalgo, o Dr. Hidalgo, o Justo Hidalgo, Ph.D., sino como Justo, le chef!!!! El sandwich es el principio, la ensalada césar es lo segundo, ... pero ¿os podéis imaginar lo que ocurrirá en los fogones de Coleman Avenue (o donde estemos en ese momento) dentro de 3-4 meses?