La semana comenzo con la noticia de que había nacido el hijo de Shreelata y Suresh, Shasta.
Por otra parte, finalmente decidimos presentarnos al examen de conducción, por lo que Rosa empezó a estudiar el "Manual del automovilista de California".
Inicialmente lo cogió en inglés, pero el vocabulario le resultaba demasiado desconocido, así que, para evitar más demoras, pasó al "español", ya que aquí te puedes examinar también en "español" (al menos en el teórico).
El tema es que el manual no estaba en castellano, sino en mejicano, por lo que algunas palabras también requirieron "traducción", como acera-> banqueta/ cajuela-> maletero / capó-> cofre, etc.
Mientras tanto, mi semana siguió con una reunión con un analista de Gartner y, sobre todo, documentando la nueva versión del producto que saldrá en breve.
El miercoles quedamos a cenar con Juan, Sara y Rocío en el centro de Mountain View, en un pub irlandes. La comida nos recordó bastante al Tony Roma's de al lado de Denodo en Madrid. Sniff! :_)
El jueves volvimos a Stanford, a ver la película que había preparado esta semana el grupo de españoles de la universidad (bueno, David y Eduard que son los que realmente lo organizan). En este caso era "Volver", de Almodovar. Después de visitar tres salas-aulas diferentes en las que por diferentes problemas técnicos no se veía bien la película, terminamos en una pequeña clase, algo incomoda (pero que se puede pedir si es gratis :) ). La verdad es que la película nos gustó bastante. Esta vez nos apuntamos sólo Rocío y nosotros. Sara y Juan tenían fiesta de cumpleaños con otro grupo español que conoció Ernesto en el aeropuerto cuando llegó.
Después de la peli, fomentando un hábito, nos fuimos a tomar algo a la pizzería de Palo Alto, como hacían ellos todas las semanas. Esta gente es bastante maja, casi todos doctores que estan realizando estancias en Stanford en ramas como biotecnología o geología.
Entre unas cosas y otras llegamos a casa casi la una de la noche, algo inaudito en estos lares!!!
El viernes llegaba de nuevo. En este caso, nos fuimos a cenar al Cafe Borrone de Menlo Park, para que Sara lo viese. Había un ambiente bastante espectacular. Entre que ya hace fresco por la noche, que la gente prefería quedarse dentro, en lugar de en la terraza, y que el grupo de jazz que suele tocar los viernes tenía un día inspirado, fue bastante divertido.
Fuimos los de siempre e Isabel, una chica que conocieron Rocío y Rosa la primera vez que fueron al cine español de Stanford, y que estará por aquí dos mesecitos más.
Además, nos encontramos con Pere y su hijo Pol, que habían sido nuestros vecinos españoles en el apartamento de Mountain View (aunque no coincidimos casi con ellos, pues se mudaron casi cuando llegamos nosotros). A Pol, un niño de casi dos añitos, le encanta este tipo de música, así que suele sentarse debajo de la barra donde sirven las bebidas, en primera fila para escucharles más cerca.
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